Los huevos están omnipresentes en la alimentación. No sólo son consumidos en forma de huevo, sino como ingrediente de muchos otros platos. Como protagonista lo hemos visto en este proyecto en más de veinte propuestas, que podéis consultar aquí. Lo hemos hervido, lo hemos batido para hacer revueltos y tortillas, lo hemos cocido en una salsa e incorporado en distintas elaboraciones, sin embargo todavía no os lo hemos presentado escalfado, un método conocido también como pochado o poché (del francés œuf poché).
El huevo es uno de nuestros alimentos favoritos, pero como ocurre con el resto de alimentos de origen animal cada vez ingerimos menos, hay semanas que ni siquiera comemos. La industria del huevo a gran escala es de extrema crueldad, tal y como denuncia la organización Igualdad Animal en este artículo, por eso des de hace más de cinco años solo compramos huevos etiquetados con el número 0 procedentes de granjas locales, o sea de gallinas que viven al aire libre cerca de Barcelona y se alimentan con pienso obtenido a través de agricultura ecológica.
Para comer huevos hay que romper la cáscara.
La de hoy es una elaboración muy sencilla, ya que esta manera de cocinar el huevo, la de escalfar, consiste fundamentalmente en sumergir dicho alimento en agua muy caliente pero no hirviendo. Hay gente que dice que hay que poner vinagre en el agua… Como dice el cocinero Jamie Oliver al respecto en este video: «¿en serio? ¿por qué?» Sin duda, sabe de lo que habla. Tanto el vinagre como el zumo de limón ayudan a facilitar la coagulación del huevo y darle una forma más redonda, estéticamente más bonita, pero su acidez destruye tan delicado alimento. En casa, prescindimos directamente del vinagre. Y es que nos gustan las cosas imperfectas y los sabores propios de los alimentos.
Así que lo único que verdaderamente necesitamos para hacer un huevo escalfado es un huevo fresco, fresquísimo. Fin de la historia.
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comida
1 huevo / agua
1 – Ponemos abundante agua en una olla a hervir.
2 – Cascamos el huevo, lo depositamos en un bol pequeño y reservamos.
3 – Cuando el agua este hirviendo, retiramos la olla del fuego un minuto para que no haya burbujas (pochar no es hervir) y la volvemos a poner al fuego. Creamos un remolino en el agua con la ayuda de una cuchara de madera y usamos el bol para dejar caer suavemente el huevo dentro de la olla. Lo dejamos cocinar a fuego muy lento unos 3-4 minutos. Servimos caliente sobre una rebanada perfectamente tostada o para acompañar cualquier plato de verdura, puré o sopa.
y siesta
4 – Muy jugosa.