En la propuesta número 160 soñamos con leña y a veces los sueños se cumplen. En el momento que vives de alquiler, los electrodomésticos que ya hay en el apartamento no siempre ofrecen lo que uno necesita para conseguir la -casi- perfección en sus platos. Así que a mediados de año adquirimos un horno portátil, inspirado por los famosos hornos de piedra italianos. No somos de tener un gran arsenal de utensilios para la cocina, pero sin duda con este horno la hemos clavado.
Sueño cumplido.
Cuando la pizza es tu bocado favorito, hacerla bien en el entorno casero es un reto. Estos pequeños hornos nos han posibilitado obtener unas pizzas a la altura de las mejores de nuestra ciudad, Barcelona. Ir a la pizzería ya no es un fijo, salvo si un día vamos a Nápoles. Otro sueño.
–
comida
Para la masa: 400g de harina de trigo* / 260ml de agua / 10g de sal / 6g de levadura fresca de panadero
*Aproximadamente. Hemos utilizado harina de panadería, de donde compramos el pan.
(Cantidad para tres pizzas de 200 gramos cada uno.)
1 – Preparamos la masa mínimo 16 horas antes de su horneado. Mezclamos en un pequeño bol el agua, la levadura y la sal, hasta que los ingredientes sólidos estén perfectamente disueltos. En la esquina de un recipiente, al no tener una artesa de panadero en casa hemos utilizado una bandeja de vidrio para horno, colocamos una tercera de parte de la harina. En la otra parte del recipiente vertemos el líquido y mezclamos ambas partes. Poco a poco vamos añadiendo harina y mezclando.
2 – Amasamos unos 15-20 minutos hasta conseguir una bola suave, elástica y uniforme y la dejamos reposar a temperatura ambiente mínimo 12 horas tapada con un paño húmedo.
3 – Pasado este tiempo boleamos porciones de 200 gramos y dejamos reposar en una bandeja las bolas unas cuatro horas, también tapadas con un paño húmedo.
Para la cobertura de las pizzas: 3 bolas de mozzarella de búfala / passata de tomate / hojas de albahaca
4 – Mientras la masa reposa, rompemos la mozzarella, la escurrimos bien y la desmenuzamos.
5 – Pasadas las cuatro horas y con el horno precalentado a más de 400ºC, estiramos una bola de masa con las manos, la ponemos sobre la pala para horno y la cubrimos con la passata de tomate al gusto y mozzarella. La introducimos en el horno lo más rápido posible. Pasados 30-40 segundos, la sacamos para girarla 180º y la volvemos a meter en el horno el mismo tiempo. Sacamos y repetimos el proceso con la otra masa. Servimos con unas hojas de albahaca por encima.
y siesta
6 – Perfecta.
2 Comentarios