Esta es una de las salsas más básicas y sencillas para comer un plato de pasta en verano, por lo que puede ser el punto de partida para ponerse a cocinar. Por ello, recurrir al recetario de los platos simples es un primer acercamiento al catálogo de comidas mediterráneas, llenas de sabor y frescura.
Un cocinero casero cocina a diario.
Desconocemos el origen del plato de pasta que presentamos hoy, aunque probablemenete sea italiano, pero por el tamaño de los elementos que lo apellidan, cualquier persona con un poco de espacio puede cultivarse sus propios condimentos y convertir una pasta hervida en algo maravilloso.
Quizás diez minutos serán suficientes para tenerlo listo. Un tiempo suficiente, para dedicarle todo el tiempo necesario a cada bocado. Porque como decía el escritor José Luís Sampedro: «El tiempo no es oro, el oro no vale nada. El tiempo es vida».
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comida
100g de spaghetti / 1 puñado generoso de tomates mini* / 4 hojas de albahaca* / chile picante al gusto* / 2 dientes de ajo / pimienta negra / sal / aceite de oliva
*Ingredientes de autocultivo.
1 – Hervimos los spaghetti en agua con sal hasta que estén al dente.
2 – Mientras tanto, calentamos un chorro de aceite en una sartén y doramos ligeramente el ajo picado. Añadimos el chile picado. Agregamos los tomates partidos por la mitad y cocinamos durante un par de minutos a fuego muy lento. Agregamos la albahaca también picada.
3 – Volcamos la pasta en la sartén y mezclamos bien. Molemos pimienta negra por encima, removemos y servimos.
y siesta
4 – Cuestión de tiempo.