En busca de la cultura perdida, o cómo alargar la vida de los alimentos
Conservar los alimentos ha sido la gran preocupación de la Humanidad hasta hace poco, ya que antes de desarrollar las diversas técnicas de conservación, el ser humano debía consumir los alimentos de forma inmediata antes de que estos se echaran a perder. En la anterior reflexión hablamos de aplicar en nuestra cultura mediterránea técnicas antiguas como la realización de una serie de prácticas, conductas o elaboraciones tradicionales vinculadas a las cocinas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El próximo año, queremos indagar en la conservación de vegetales y animales, cuyas mismas técnicas se empezaron a desarrollar paralelamente en todos los continentes ya desde tiempos inmemoriales. Y es que hubo un tiempo en que no existían ni los frigoríficos ni los congeladores y los alimentos no se podían guardar indefinidamente para tiempos de escasez. Con la aparición de las primeras técnicas, como el ahumado, el salado o el secado al sol, nuestros ancestros conseguieron que los alimentos se conservaran por mayor tiempo, lo que les permitió dedicar más tiempo a otras actividades que marcaron, …