Salvo las cerezas, las hierbas que componen este plato de hoja verde, las hemos cultivado en la terraza de casa. De esta manera, cada hoja mantiene su tersura natural y cada bocado es pura frescura. Y es que cuando más fresco está el vegetal es cuando lo acabas de cortar.
Ensaladas, más allá de la lechuga.
Para muchos hogares, la opción más cómoda es abrir una bolsa con estos vegetales ya lavados y cortados, sin embargo, lo que poca gente sabe es que este tipo de productos, además de generar un montón de residuos plásticos, son un caldo de cultivo para la salmonela, según alerta una investigación realizada por la Universidad de Leicester en Inglaterra. Todo ello porque en las bolsas selladas la salmonela se adhiere a las hojas verdes, incluso después de enjuagarlas minuciosamente. Por ello, si sois de los que optáis por la ensalada hecha y envasada, aunque ya venga lavada, es preferible volver a lavarla a fondo antes de ponerla en el plato.
Con este tipo de alimentos, que van del huerto al plástico, la agricultura industrializada nos aleja de lo local y pone en peligro un conocimiento, no solo agrícola sino también culinario, que se ha mantenido intacto a lo largo de la historia de la humanidad. Cada vez hay más programas de cocina y, sin embargo, cada vez cocinamos menos. Por ello, lo beneficioso tanto para nosotros como para el medio ambiente sería directamente obviar la existencia de estos productos como hacemos en casa.
Por tanto, y como siempre defendemos en este proyecto, la mejor opción es comer alimentos frescos sin envoltorios, y si encima los hemos cultivado nosotros, mejor aún. La guinda al plato de hoy, no solo por el color sino también por su sabor, la pone la cereza, la reina de las frutas en esta época del año.
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comida
1 puñado de rúcula / 1 puñado de canónigos / unas hojas de eneldo fresco / 4 hojas de menta fresca / 1 puñado de cerezas / pimienta negra en grano / sal en escamas / aceite de oliva
1 – Lamentablemente las hierbas que os proponemos hoy, se encuentran en el mercado casi siempre envasadas. En la verdulería donde adquirimos los alimentos vegetales, a veces tienen rúcula cultivada por ellos y sin envasar.
1b – Si sois de los que cultivan rúcula y canónigos en maceta como nosotras, cortamos las hojas verdes directamente de la planta.
2 – Lavamos las hojas y las dejamos escurrir. Lavamos las cerezas y las deshuesamos. Reservamos.
3 – En un bol, ponemos las hojas perfectamente escurridas y las cerezas. Aromatizamos con el eneldo y la menta, ambos finamente picados, y para terminar aliñamos al gusto con aceite de oliva, sal en escamas y pimienta negra recién molida.
y siesta
4 – Campesina.