Actualmente, hablar de la passata es hablar del passapomodoro. Esta máquina es una prensa de tomate que permite obtener un puré perfecto, símbolo por excelencia de la tradición culinaria italiana. Obviamente en casa no tenemos uno de estos dispositivos y lo hemos hecho a la vieja usanza. Es decir, manualmente con un colador «chino» y mucha paciencia.
Un gran descubrimiento rojo.
Honestamente, es la primera vez que hacemos esta elaboración y no podemos estar más contentas. Lo único que para la próxima, embotellaremos en recipientes más pequeños para tener la ración medida para la pizza, ya que en nuestro recetario cotidiano, salvo para el sofrito rojo, no usamos este tipo de preparación de tomate.
Hoy, elaboramos nuestro siguiente básico tomatófilo, la passata.
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comida
1kg de tomate pera / medio vaso de agua
1 – Lavamos los tomates con abundante agua, los cortamos por la mitad y les quitamos las semillas. Colocamos las piezas en una olla tapada con un chorro de agua y las dejamos sudar a fuego lento hasta ablandarlas y empiecen a tener consistencia de puré, removiéndolas de vez en cuando para que no se quemen las de la base. Pasamos los tomates por un colador chino y lo colamos para retirar el resto de pieles y semillas que hayan podido pasar. Luego, Si el puré de tomate tiene la densidad adecuada, la embotellaremos. De lo contrario, lo dejaremos que se espese en el fuego hasta que alcanza la consistencia deseada.
2 – Mientras, en una olla con agua hirviendo esterilizamos los botes y tapas durante 30 minutos. Es importante proteger los botes con un trapo para evitar que estos con el hervor del agua se puedan romper.
3 – Rellenamos los tarros secados al aire con la passata, los cerramos y los vamos colocando en una olla, protegiéndolos entre si con un trapo. Hervimos durante 30 minutos para asegurar su conservación. Pasados los 30 minutos, verificamos que se ha creado el vacío presionando encima de la tapa. Si presionamos y no escuchamos un clic, siginifica que lo hemos hecho correctamente, en caso contrario deberemos sustituir la tapa y repetir el hervido. Dejamos enfriar la conserva y ya podemos guardarlo en la despensa, en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
y siesta
4 – Interminable.