Si bien, hace unos meses que hemos cambiado los zumos de frutas por frutas enteras para desayunar, de vez en cuando también nos deleitamos con sorbos de paisaje líquido. Como es tiempo de vides, parras, viñas y pámpanos, este mes lo dedicaremos a este dulce y aromático vegetal con cuatro deliciosas propuestas.
Septiembre, sinónimo de vendimia en el hemisferio norte.
En los primeros tiempos del ser humano, el consumo de frutas tenía como origen la mera recolección a partir de plantas silvestres. Cuando el hombre se transformó en sedentario, comenzó un proceso de selección de plantas, agrupamiento de plantas en plantaciones concentradas en parcelas y aprendizaje de técnicas para el mejor cuidado de las plantas, todo ello para obtener mayores producciones por planta y frutas de mayor calidad. La rama de la botánica que estudia el cultivo de árboles frutales es la fruticultura. En idiomas como el inglés y el francés se utiliza el término pomología (del latín pomum que significa fruto y el sufijo -logía que significa ciencia o estudio).
De la misma manera que el resto de comidas, también hacemos los zumos con alimentos de temporada. Aunque la naranja y la manzana son las protagonistas, en invierno y otoño respectivamente, es necesario experimentar con otras frutas por el bien de la diversidad en nuestros campos.
Si hoy hacemos zumo es porque descartamos piel y semillas, sino estaríamos haciendo mosto. El mosto es el punto de partida para la elaboración del vino y la forma más directa de obtenerlo es mediante la “pisada de uva”, cuyo líquido resultante contiene diversos elementos de la uva como pueden ser la piel o las semillas. La pisada de uva es un sello distintivo de la vendimia tradicional ya que era un elemento fundamental en la elaboración del vino de los primeros pueblos viticultores. Estos pueblos, se dieron cuenta de que la pisada de uva se desarrollaba con más eficacia si se realizaba a determinados ritmos, por lo que se incorporó música de fondo, convirtiendo la pisada de uva en toda una danza festiva.
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comida
medio kilo de uva blanca / 1 pera variedad ercolina
1 – Lavamos toda la fruta. Pelamos la pera y la cortamos.
2 – Pasamos las frutas por la licuadora, colamos el líquido y servimos de inmediato.
y siesta
3 – Sin distracciones.
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