Oficio que, entre los romanos, empezó a «desempeñarse por hombres libres y respetables, que establecieron puestos para la venta de carne al por menor en un barrio tan especial, tan mal afamado, que a él no acudía ninguna mujer de buenas costumbres, si no era esclava; en cambio, era corriente que los hombres fueran a comprar la carne en vez de enviar a un esclavo».
Desde la época romana el oficio de carnicero estuvo reglamentado, diversificado y a veces dotado de ciertos privilegios. En la Edad Media europea era un cargo hereditario.
Hoy en día, con la carne envasada que venden en los supermercados estamos desaprovechando el trato personal con el carnicero de barrio, su talento y su consejo.
En el número 5 de la calle Puigmartí, en Gràcia, venden ternera de La Vall Fosca, valle pirenaico situado al norte de la comarca del Pallars Jussà y escenario sugerente para los que nos gusta lo natural. En casa vamos a esta carnicería.
Carne picada al momento, sin aditivos añadidos. ¡Canela fina!
#EatMeatOnlyTwiceAWeek
–
comida
1 muffuletta / 125g de carne picada de ternera / 1 ajo tierno / perejil / pimienta negra molida / aceite de oliva
1 – Preparamos la carne 1 hora antes de comer. Picamos bien fino el ajo y el perejil, y en un bol mezclamos esta picada con la carne y pimienta negra al gusto. Amasamos bien y lo dejamos reposar en la nevera.
2 – Pasado este tiempo, moldeamos la carne con las manos dando forma redonda y compacta.
3 – Precalentamos una sartén. Untamos con un chorrito de aceite la superficie de la carne y la cocinamos unos 3 minutos por lado (en casa, la carne poco hecha). Abrimos la muffuletta por la mitad y colocamos encima la carne.
y siesta
4 – Sencillo y bueno, tal cual.