En casi todas las tradiciones culinarias de Europa y Oriente Medio se establece la presencia de la salvia para dar sabor a la carne y el pescado. Aunque también es muy interesante su uso en verduras. Menos común pero no raro es su uso para diferentes tipos de comidas dentro de la cocina italiana y francesa: pasta o tortelloni con mantequilla y salvia, queso con hierbas, hojas de salvia fritas e incluso en sopas.
Desde la antigüedad se la conoce por su propiedades medicinales y por sus numerosos beneficios para la salud, especialmente cuando se combina con otras plantas como la manzanilla para tratar ciertos problemas digestivos.
Sin pensarlo, hay que volver a la cultura de las plantas aromáticas en la comida: potenciadores de sabor que contienen un solo ingrediente. Estamos presenciando el resurgir de las hierbas y en particular el de la salvia con la propuesta de hoy.
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comida
75g de cuscús integral / 150g de agua / 1 puñado de pistachos sin cáscara / 12 hojas de salvia frescas / orégano / pimentón ahumado / pimienta negra / sal / aceite de oliva
1 – Ponemos el agua a hervir en un cazo y cuando arranque el hervor salpimentamos ligeramente el agua y agregamos una pizca de orégano. Añadimos el cuscús, apagamos el fuego y tapamos el cazo con una tapa. Dejamos reposar tapado 15 minutos. Pasado este tiempo removemos el cuscús hasta que quede suelto.
2 – Picamos el pistacho con un mortero. Lavamos y secamos las hojas de salvia.
3 – Calentamos una sartén con un buen chorro de aceite, añadimos la salvia y la doramos unos segundos. Agregamos el cuscús y mezclamos bien para que éste se impregne del aroma de la salvia. Apagamos el fuego e introducimos el pistacho.
y siesta
4 – No se puede pedir más.