Por la mañana, en ayunas (casi) siempre bebemos zumo fresco y sin ningún tipo de aditivo. Entre enero y mayo exprimimos naranjas; en junio y julio utilizamos melocotones; y de agosto a diciembre usamos manzanas.
Hacer zumo en casa es una manera de eliminar otro envase de nuestra papelera.
Las licuadoras centrífugas (la que tenemos en casa, de momento) utilizan cuchillas internas para extraer el zumo. Este proceso trocea en piezas finas los ingredientes y los hace girar a alta velocidad para separar el zumo de la pulpa, provocando una oxidación prematura y comprometiendo su valor nutritivo. El prensado en frío extrae el zumo de los alimentos a través de un suave proceso de trituración y exprimido, de esta manera se minimiza la oxidación. Este proceso respeta el producto, no altera el sabor y conserva todos los nutrientes de la materia prima, manteniendo su integridad nutricional hasta 72 horas después de haber sido exprimido.
¿Tienes olvidada la licuadora?
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comida
3 zanahorias / 2 manzanas / media remolacha
1 – Lavamos las raíces y la fruta.
2 – Cortamos la manzana y la remolacha a gajos. Quitamos las semillas de la manzana.
3 – Pasamos los ingredientes por la licuadora. Servimos y tomamos de inmediato.
y siesta
4 – ¡Empieza la temporada de la manzana!