Los restos de cerveza más antiguos de Europa tienen unos 5.000 años de antigüedad y están situados en la Cueva Can Sadurní, dentro del término municipal de Begues, a unos 25 kms. al suroeste de la ciudad de Barcelona.
En este yacimiento se hayaron silos de cebada, molinos y un recipiente cerámico de gran tamaño (50 litros) con restos de cerveza. “Es sorprendente. Creemos que en Can Sadurní no sólo se consumió cerveza hace cinco milenios sino que posiblemente fue una auténtica factoría”, explica el profesor Jordi Juan Tresserras, del Programa de Arqueología de los Alimentos.
La cerveza neolítica era elaborada con cebada o trigo, tenía mucha espuma, poco gas y alta graduación alcohólica (entre 8 y 10 grados); era por tanto una cerveza mucho más similar a las ale.
Para su elaboración se utilizaban grandes tinajas y grandes dosis de conocimientos sobre el arte de hacer cerveza: ‘Era más fácil fabricar vino que cerveza, puesto que la pulpa ya lleva sus propios fermentadores’, apunta Jordi Juan. Otra diferencia con las cervezas actuales era el uso de artemisa en lugar de lúpulo, una planta que además funcionaba de maravillas como conservante.
Elaborar este mágico caldo, fue el inicio de nuestra aventura con los recetarios.
A principio de 2013 empezamos la micro-producción de cerveza. En estos años hemos elaborado cervezas de todo tipo, con grandes resultados. Toda un experiencia.
Si sabes hervir cualquier cosa y tienes cierta paciencia, hacer cerveza en casa te supondrá una plácida espera.
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comida
600g Malta base Pale Ale / 550g Malta Amber / 200g Copos de Cebada / 100g Malta Carafa / 100g Lúpulo tipo Goldings / medio sobre de levadura universal Brewferm Top a temperatura ambiente / 6L de agua mineral natural / 1 cucharada de miel
(Cantidades para 12 botellas de 33cl)
Macerado. Objetivo: extracción de los azúcares de las maltas. 1h
1 – Ponemos las maltas y los copos en una malla (mash).
2 – Calentamos 2l y medio de agua en una olla hasta que alcance los 71ºC, apagamos el fuego e introducimos la malla con las maltas.
3 – Durante una hora, mantendremos la temperatura entre 63 y 68ºC. No olvides remover el mash de vez en cuando. En el minuto 40 ponemos a calentar otra olla con 4 litros de agua hasta que ésta alcance los 77ºC. Pasada la hora sube también la temperatura del mash hasta los 77ºC.
Filtrado y re-circulado. Objetivo: obtención del mosto. 20′
4 – En un recipiente con capacidad para 5l, colocamos un colador con la malla que contiene el mash de la misma manera que en la foto que sigue.
5 – Re-circulamos el mosto y el agua que hemos calentado a través del grano sin removerlo. Cuánta más pacienca tengas, más nutrientes y menos partículas en suspensión tendrá tu cerveza. Repetimos el filtrado.
Hervido. Objetivo: aportación de amargor, sabor y aroma. 1h
6 – Llevamos el mosto a ebullicón y dejamos que hierva suavemente y de forma continua durante 1 hora. En el minuto 30 añadimos un tercio de lúpulo para dar amargor y sabor. En el minuto 55, añadimos otro tercio de lúpulo para dar aroma, y en el minuto 59, añadimos otro tercio de lúpulo para dar más aroma. Iremos poniendo el lúpulo en un malla para que nos sea más fácil quitarlo después.
A partir de ahora todos los utensilios que utilizes deben estar esterilizados.
Enfriamiento. Objetivo: adecuar temperatura del mosto para la levadura. 30′
7 – Pon la olla con el mosto en una palangana con agua fría y hielo, vigilando que no entre ni una gota de agua, hasta que la temperatura sea de unos 23ºC.
Fermentación. Objetivo: las levaduras convierten los azúcares en alcohol. 15 días
8 – Introducimos el mosto y la mitad del sobre de levadura en el fermentador. Agitamos el fermentador para que se mezclen bien la levadura y el mosto. Lo tapamos con el airlock y lo guardamos en un sitio tranquilo, osucro y entre 18 y 24ºC durante 2 semanas.
Embotellado. Objetivo: conseguir cerveza con gas. 15 días
9 – Diluimos la miel en medio vaso de agua tibia.
10 – Volcamos el líquido del fermentador en una olla, vertemos la miel diluida y removemos bien. Repartimos el líquido en botellas de 33cl.
11 – Chapamos las botellas y las guardamos en un sitio tranquilo, osucro y entre 18 y 24ºC durante 2 semanas.
(Al usar miel hay que tener cuidado para que no revienten las botellas pasado este tiempo, cuando nos guste la cantidad de espuma, guardad las botellas en vertical en la nevera para detener el proceso de gasificación.)
y siesta
12 – Placer máximo.
> Os dejamos con un vídeo explicativo de la gente del barrio que vende las maltas.