El verano suele ser siempre sinónimo de excesos gastronómicos: los vermuts, los aperitivos, las frituras, las cervecitas, las comidas fuera de casa, los picoteos de la tarde, los vinitos, las cenas copiosas… Excesos que unidos a la alteración de los horarios de las comidas, hacen que el 1 de septiembre el plato de hoy sepa a gloria.
Durante el estío se camina mucho, pero también se come mucho.
De las judías verdes ya hablamos en la comida 27. Así que hoy, nos limitaremos simplemente a disfrutar de un plato tradicional que se hace por toda la geografía española desde que la patata y la judía llegaron a los huertos mediterráneos y se empezaron a consumir como alimento.
Las judías verdes con patata deben ser un plato habitual en cualquier mesa, al menos un par de veces a la semana, y consumirlas en temporada ya que están en su mejor momento. Es un plato humile, de los que no se pueden perder. Ya lo preparaba mi abuela, mi madre a continuado cocinandolo y yo sigo con sus costumbres en casa. ¡Sencillamente, un platazo!
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comida
100g de judías verdes redondas / 1 patata / aceite de oliva / sal en escamas / pimienta negra
1 – Ponemos un cazo y una olla con agua al fuego.
2 – Lavamos las judías, les quitamos los extremos y las cortamos en trozos. Cuando el agua de la olla empiece a hervir, introducimos las judías troceadas y las dejamos cocer al dente, unos quince minutos.
3 – Pelamos la patata, la lavamos y la cortamos a trozos. Cuando el agua del cazo empiece a hervir, volcamos la patata y la dejamos cocer hasta que tenga una textura tierna y suave, unos diez minutos.
4 – Emplatamos las judías y la patata. Terminamos con una pizca de sal, pimienta negra recién molida y un chorrito de aceite de oliva.
y siesta
5 – En el hogar, ese dulce hogar.