Fueron los árabes quienes enseñaron al resto de pueblos del mediterráneo a preparar este plato de bolas de carne. Los árabes direon el nombre de bunduq a las avellanas, y por extensión, dieron este nombre a todas las cosas cuyo tamaño y forma era similar al de las avellanas, así a las bolas de carne picada las denominaron como búndigas, que a nuestra lengua han pasado como albóndigas.
Este bocado, la albóndiga, admite prácticamente todo tipo de ingredientes, por ello utiliza la imaginación y propone sabores diferentes a tu familia y amigos.
Más de 20 siglos de historia avalan la tradición de nuestras protagonistas.
Aquí, es el segundo plato de albóndigas que elaboramos, la primera ración se describió en la propuesta número 11 de este proyecto. Sin embargo, estos pequeños tesoros que os presentamos hoy, probablemente son más fáciles de hacer y no requieren reposo, pero son igual de deliciosos que sus primos albaneses.
#EatMeatOnlyTwiceAWeek
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comida
340g de carne picada de ternera / 1 cucharada y media de miel / 1 cucharada generosa de orégano seco / sal / pimienta negra / aceite de oliva / ensalada con ingredientes de temporada
1 – En un bol y con la ayuda de un tenedor, mezclamos todos los ingredientes, excepto los de la ensalada. Una vez tengamos la masa de carne hecha, formamos pequeñas bolas de unos 30g cada una.
2 – En una bandeja y sobre papel de horno, ponemos las albóndigas y cuando el horno este bien caliente a 220ºC, las horneamos unos 8 minutos.
3 – Mientras se cocinan las pelotillas de carne, preparamos una ensalda con manzana granny smith, granada, varios tipos de lechuga, hojas tiernas de espinacas, perejil, hoja verde de cebolleta y rúcula. Sacamos las albóndigas del horno y servimos calientes junto con la ensalada perfectamente salpimentada y aliñada con olivada disuelta en aceite.
y siesta
4 – Fantástica y ligeramente dulce.