La situación actual en torno a la vivienda es complicada. Precisamente hoy nos vencía el contrato de alquiler, pero hace un mes que tenemos un nuevo hogar. A finales de año nos llegó la carta de que no renovaban el mismo y que teníamos que dejar el piso vacío.
Los cambios siempre son para mejor, siempre.
Desgraciadamente las cosas están como están y entre las renuncias, hemos tenido que prescindir de la terraza. Ahora tenemos un largo y estrecho balcón típico de los edificios del Eixample barcelonés, pero no por ello vamos a renunciar a tener nuestras propias lechugas. Más pequeño, pero algo cultivaremos. Es nuestro mantra, no podemos olvidarnos tan fácilmente.
En los próximos meses, diseñaremos un nuevo jardín y algún día os lo mostraremos y os enseñaremos que nada es imposible. Como siempre decimos, la voluntad mueve montañas.
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comida
un bol de lechugas / romesco
1 – Cortamos, lavamos y escurrimos bien las hojas de lechuga.
2 – Servimos con un maravilloso romesco.
y siesta
3 – Para recordar.