masas, vegetarianas
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#221: Torta de legumbres

Las leguminosas son un alimento popular y asequible para tener en la despensa; por lo que estos granos se han convertido en un elemento básico para muchas personas. Su gusto delicioso y a la vez sutil ha propiciado una amplia gama de recetas y de sabores.

Demasiado a menudo me asalta esta sencilla cuestión: ¿Por qué los productos vegetarianos quieren parecerse a los elaborados con carne? Las versiones veganas de platos carnívoros se han convertido en un clásico de la sección vegana de los supermercados y de muchos restaurantes.

Pero, pese a sustituir la carne por alimentos de origen vegetal, su forma, textura y en ocasiones también sabor intentan imitar a los hechos con carne. Lo cual no significa que sean mejor, siguen siendo productos altamente procesados. Y es que, nada tiene que ver con la transición alimenticia para un futuro más sostenible; no deja de ser otra línea del negocio capitalista. Y por lo tanto, tampoco es una locura pensar que las empresas que elaboran este tipo de preparados vegetales piensan de una forma más «verde» por no usar carne. El proceso es el mismo.

Una de las muchas ventajas de cocinar con legumbres es su larga vida útil.

Por ello, hoy os mostramos una de las muchas formas de comer legumbres. Como ya hemos comentado alguna vez, el hecho de camuflar o transformar la forma original de los alimentos puede resultar interesante y atractiva a la hora de introducir algunos alimentos en nuestra vida diaria, y más a los niños.

Y sin querer, el sabor de estas tortas se asemeja mucho a las albóndigas albanesas que hicimos al principio de este proyecto. Sin embargo, el simple hecho de no haber recurrido a la matanza de un animal para elaborar esta torta, la hace increíblemente más apetecible.

Es inevitable.

comida

200g de lentejas cocidas / 200g de garbanzos cocidos / 100g de queso feta / 2 huevos / pan rallado / 1 ajo tierno / 50g de hojas verdes de cebolla / guindilla al gusto / un puñado de menta fresca / sal / pimienta negra / mezcla de especies* / aceite de oliva

*Hemos utilizado una pizca de semillas de: cilantro, alcaravea, hinojo y comino; y media cucharadita de sumac o zumaque y una pizca de hojas de romero secas. Las hemos puesto en un molinillo para convertirlas en polvo.

(Cantidad para 4 tortas.)

1 – El día antes, trituramos las legumbres cocidas con una picadora. Volcamos la masa en un bol y con el mazo de un mortero la chafamos para dejar así la masa más fina.

2 – Picamos finamente el ajo, la guindilla, las hojas de cebolla y la menta. Lo añadimos al bol, salpimentamos al gusto y lo mezclamos bien con un tenedor. Desmenuzamos el feta, lo incorporamos a la mezcla y con las manos amasamos hasta tener una masa cuyos ingredientes estén perfectamente integrados. Lo ponemos en un recipiente cerrado y lo dejamos reposar en la nevera.

3 – Al día siguiente, añadimos los huevos y pan rallado, amasamos y posteriormente formamos las tortas de unos 130g cada una, las enharinamos y las freímos en una sartén con la base cubierta de una capa fina de aceite hasta que se doren por ambos lados.

4 – Servimos con pan ácimo y ensalada verde de temporada.

y siesta

5 – Al estilo albanés.

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