conservas, entre horas, otoño, vegetarianas
Deja un comentario

#45: Melífero membrillo

Nunca me había dado por preparar este dulce hasta hoy.

El impulso a intentar hacer membrillo fue lograr uno sin utilizar azúcar. El punto de partida era reemplazar el azúcar por un endulzante de proximidad: miel, fruta deshidratada, como el dátil, o estevia.

El Cydonia oblonga, comúnmente llamado membrillo, es un árbol de tamaño pequeño a mediano, originario de la región del Cáucaso, en el sudoeste cálido de Asia (Irán, Turquía). Es un árbol frutal emparentado con el manzano y el peral. Su fruto, llamado asimismo membrillo, es demasiado duro, astringente y agrio por lo que no es usual comerlo crudo, prácticamente incomestible incluso en su madurez.

El hecho de no usar azúcar es debido a una elección personal motivada por las plantaciones de caña de azúcar a gran escala que requieren de la utilización de agroquímicos y fumigaciones masivas. Estos monocultivos, lejos del Mediterráneo, destruyen la biodiversidad de las tierras de las comunidades agrícolas autóctonas.

La clave, como en todo, es la moderación y leer las etiquetas antes de consumir.

Por otro lado, al no usar azúcar, el bloque sólido característico del dulce tradicional de membrillo desaparece. La textura que obtenemos es similar a la mermelada.

Dado que este árbol es visitado por las abejas, decidí optar por la miel para hacer este delicioso dulce. Los griegos de la antigüedad ya cocían membrillos en miel, según se recoge en el libro de cocina del romano Apicio. La palabra «mermelada» proviene del portugués marmelada que significa «confitura de membrillo» (membrillo se dice marmelo en gallego y portugués), y ésta a su vez del latín melimelum (un tipo de manzana) que tiene su origen en el griego melimelon (meli=miel y Μήλον=meélon=manzana).

Para gelificar este membrillo podemos incorporar agar agar a nuestra mezcla. Un producto que se obtiene de varias algas de los géneros Gracilaria, Gelidium y Euchema. Las algas se han utilizado desde la antigüedad como alimento no animal procedente del mar. Se engloban dentro de las llamadas verduras marinas. En Europa no empieza a utilizarse hasta el siglo XIX. En la actualidad son bastantes los países que la producen, entre todos ellos destaca la llamada agar agar atlántica, que se produce a partir del Gelidium sesquipedale. En España es conocida la que se extrae en Galicia.

comida

600g de carne de membrillo (equivale a 2 membrillos) / 200-150g de miel de lavanda

1 – En una olla con agua hirviendo cocemos los membrillos troceados y sin pepitas.

2 – Pasados 20 minutos, cuando veamos que la carne del membrillo este tierna al pincharla con un cuchillo, escurrimos y quitamos la piel y el corazón de los trozos. Ponemos la pulpa en un bol mediano y trituramos hasta tener un puré fino.

3 – En una olla ponemos la pulpa triturada junto con la miel. Mezclamos bien ambos ingredientes y dejamos que se cocinen a fuego muy lento durante 60-80 minutos hasta que cambie de color y removiendo de vez en cuando para que no se queme.

4 – Una vez pasado este tiempo, lo ponemos en un recipiente y dejamos que se enfríe antes de guardarlo en el frigorífico.

siesta

5 – Esto y queso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *