entre horas, masas, vegetarianas
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#94: Rosquillas ka’ach bilmach

Suaves y deliciosas, perfectas para comerlas de aperitivo o de merienda con un vino tinto o una infusión de hierbas.

El origen de la rosquilla se remonta a la España del antiguo Imperio Romano, época en la que su receta se extendió a buena parte de Europa y de los territorios del Mare Nostrum. En la actualidad podemos encontrar una infinidad de rosquillas, tanto dulces como saladas, según las regiones de la cuenca mediterránea que pisemos, por ejemplo: las turcas simit, las marroquíes sfenj o las italianas ciambelline.

Estos pequeños bocados son el sabor auténtico de lo tradicional.

La rosquilla que os presentamos hoy es la ka’ach bilmach, una rosquilla propia de la cocina judía sacada del libro Jerusalén. Crisol de las cocinas del mundo de los cocineros Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi. Según sus autores, estas sencillas rosquillas acostumbran a guardarse en casa en tarros para ir picoteando en cualquier momento. Su sabor y textura nos recuerdan a las galletes d’Inca.

Os dejo mi versión de esta aromática preparación.

comida

200g de harina de trigo / 50g de harina de trigo forment / 50g de aceite de oliva / 50g de mantequilla / 1g de levadura fresca de panadero / 1 cucharadita de impulsador o gasificante para repostería / una pizca generosa de panela* / una pizca generosa de sal / media cucharadita de comino molido / 1 cucharadita de semillas de hinojo / 50g de agua / 1 huevo / semillas de sésamo blanco y negro

*Azúcar de caña integral.

La receta original utiliza una sola variedad de harina, aceite de girasol, levadura seca ultrarápida de panadería y levadura química en polvo.

(Cantidad para 15-20 rosquillas.)

1 – Sacamos la mantequilla del friogrífico un par de horas antes de hornear para que se reblandezca y sea más fácil de manejar.

2 – Tostamos las semillas de hinojo y las majamos en un mortero.

3 – En un bol mezclamos las harinas tamizadas, el azúcar, la sal, las especias y el impulsador o gasificante. Una vez mezclado, vertemos el aceite de oliva y removemos bien. Añadimos la mantequilla y la desmenuzamos con la ayuda de la harina, de manera que se forme una preparación de textura arenosa y homogénea. Disolvemos la levadura con el agua e incorporamos el líquido a la preparación hasta obtener una masa sin grumos.

4 – Con la masa, formamos porciones de unos 25g cada una. Estrujamos cada porción, la envolvemos con film y frotamos hasta conseguir un cilindro de unos 12 cm de largo por 1 cm de grosor. Enroscamos cada cilindro formando las rosquillas hasta terminar con la masa.

5 – Colocamos las rosquillas en la bandeja del horno sobre papel encerado, las bañamos en huevo batido y espolvoreamos las semillas de sésamo por encima. Horneamos a 220ºC durante unos 25 minutos, hasta que estén doradas. Dejamos que se enfríen por completo sobre una rejilla antes de guardarlas.

y siesta

6 – Otoñal, días lluviosos y una chimenea.

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