Sobre las características de la cocina a la brasa ya hablamos en la propuesta número 34 de este proyecto, así que evitaremos repetirnos. Solo como apunte, normalmente optamos por ramas muertas del bosque para iniciar el fuego, pero en la ciudad también podemos «recolectar» esas cajas de fruta de madera y sin pintura, que se alzan al término de cada jornada al lado de las tiendas de frutas y verduras. Una buena manera de dar una segunda oportunidad a estos sencillos objetos, que nos hacen la vida más fácil a diario. Para desmontar y poder utilizar estas cajas, simplimente hay que quitar con cuidado las grapas.
El aprovechamiento no solo se debe aplicar a la comida.
Pero el protagonista de hoy no es el contenedor, sino el contenido. Coincidiendo con el inicio de las octavas Jornades Gastronòmiques Pota Blava i Carxofa Prat, dedicamos la comida de hoy a nuestra admirada alcachofa. Estas jornadas marcan el calendario culinario de este mes de marzo en el Baix Llobregat, cuyo padrino de esta edición es Carlo Petrini, presidente y fundador del movimiento Slow Food.
En febrero, asistimos a la conferencia que dió Carlo en El Prat, en cuya intervención sentenció: «Un Parc Agrari solo de alcachofas puede ser un desastre». Hay que reivindicar, no sólo la alcachofa del Prat, sino también la zanahoria del Prat, los tomates del Prat, las coles del Prat, y un sinfín de vegetales cultivados en este territorio en particular y aplicarlo a todos los lugares del Mediterráneo.
Y es que, sin biodiversidad, estamos perdidos.
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comida
alcachofas / sal / pimienta negra / aceite de oliva
1 – Para obtener unas buenas brasas, necesitamos leña, papel de periódico u otro similar, cerillas y paciencia.
3 – Mientras el fuego sigue su curso, preparamos las alcachofas. Cortamos el tronco de todas las piezas (este lo podemos guardar para guisos, caldo u otras elaboraciones), dejando todas las hojas, de manera que se pueda sostener por si sola. Cogemos la alcachofa con la mano por la base y la golpeamos por el lado opuesto al tronco, hasta ablandarlo y se abra un poco. Repetimos este paso con el resto de frutos. Salpimentamos y aliñamos el interior de las alcachofas. Reservamos.
3 – Cuando tengamos una buena brasa, colocamos las alcachofas sobre esta. Según el tamaño de estos frutos, la cocción tardará más o menos. Se nota que están cocinadas cuando las hojas se ven marchitas. También podemos pinchar con un finísimo alfiler el corazón, si se desliza sin oponer resistencia es que estan listas.
4 – Sacamos las alcachofas de las brasas y servirmos. Aunque estan mejor calientes, en casa siempre hacemos algunas de más para degustarlas ese mismo día para cenar o como máximo, el día siguiente a mediodía.
y siesta
5 – Al sol del Delta del Llobregat.