La pobre papa, traída como curiosidad botánica en torno a 1560, la definió la Real Academia de la Lengua como una «comida insípida». A pesar de que fue introducida en algunas zonas de España como Galicia y Castilla, no fue objeto de interés hasta finales del siglo XVIII.
No hay nada como el hambre para empezar a apreciar la comida.
Con patatas y huevos en la despensa, sólo hacía falta una cierta imaginación para montar una tortilla o un revuelto. A pesar de los mitos, el origen de este dorado tesoro es incierto, pero lo más probable es que su historia este relacionada con la cocina humilde y de subsistencia. Puesto que hasta mediados del siglo XIX no se aceptó la patata como alimento digno de todas las mesas, es lógico que se empezara a elaborar en hogares de campesinos, ya que eran éstos los que por fuerza la comían. Al ser las patatas más baratas que los preciados huevos, servían de relleno para alargar un revuelto o una tortilla.
Hoy convertimos la clásica tortilla española en un delicioso revuelto plurisensorial. Apto al menos para los paladares concebollistas.
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comida
300g de patata / 1 cebolla / 3 huevos / 1 diente de ajo / flores de tomillo seco / pimienta negra / sal /aceite de oliva
1 – Picamos la cebolla y el ajo. Cortamos a dados pequeños la patata.
2 – Ponemos la cebolla y la patata en una sartén con el fondo manchado de un chorro generoso de aceite a fuego lento. Aromatizamos con cuatro flores de tomillo y pimientamos ligeramente. Removemos de vez en cuando para que los vegetales se vayan dorando uniformemente. Pasados 15 minutos agregamos el ajo picado y seguimos removiendo para evitar que se queme.
3 – Cuando hayan transcurrido unos 15 minutos más, probamos la textura de la patata. Cuando esta esté tierna, batimos ligeramente los huevos con una pizca de sal y vertemos el líquido por encima del contenido de la sartén. Mezclamos la patata con el huevo hasta que cuaje. Podemos hacer el revuelto más o menos cremoso, dejandolo más o menos tiempo al fuego.
4 – Decoramos con unas flores de tomillo seco y servimos con una ensalada con ingredientes de temporada.
y siesta
5 – Revolucionaria.