No entraremos en detalles sobre lo del falso guiso, dado que en la propuesta número 95 ya os lo explicamos con detalle. Para esta propuesta, queremos hacer hincapié en la importancia de la previsión a la hora de tener algunos preparados en la recámara por si a última hora se tuerce la semana.
Por ejemplo, este guiso es perfecto para cambios de un día para otro, puesto que tanto los garbanzos como el sofrito los solemos congelar en raciones ya medidas. A veces, por falta de espacio en el congelador también hacemos conservas de sofrito con el mismo método para crear el vacío que aplicamos a los tomates pelados y a otros alimentos. En cuanto la quinua, cuando hacemos las croquetas de este pseudoceral con queso parmesano también solemos cocinar de más para congelar. Eso sí, tanto los garbanzos como la quinua no pasan más de dos semanas en el congelador, ya que además de variar de legumbre no nos gusta tenerlos demasiado tiempo en este espacio congelado.
Será un guiso falso… pero ya se ha convertido en todo un clásico.
Hoy aquí no cocinamos, simplemente juntamos en una olla unos ingredientes que previamente habíamos cocinado en cantidad (normalmente para 6-8 raciones) y los habíamos almacenado en la despensa y/o congelador para días como hoy, donde uno dispone de poco tiempo pero no quiere renunciar al sabor de la comida casera. Cabe decir que podemos utilizar este mismo concepto de legumbre y pseudocereal con sofrito rojo, juntando lentejas y alforfón en una misma olla.
Así que quedaos con la idea, porque el resultado es ¡simplemente delicioso!
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comida
80g de garbanzos cocidos / 50g de quinua cocida* / 3 cucharadas de sofrito rojo / 1 cucharón de caldo de cocer los garbanzos o agua / sal / pimienta negra
*Os enseñamos a cocer la quinua en la propuesta 129.
1 – El día anterior, sacamos los ingredientes del congelador y los dejamos en la nevera para que se descongelen.
2 – Ponemos el sofrito en una olla y esta al fuego. Con la intensidad media-baja de la llama, incorporamos los garbanzos, removemos y vertemos el líquido. Seguidamente añadimos la quinua. Dejamos unos minutos al fuego para que se integren los sabores y se caliente el guiso. Por último, ponemos a punto de sal y de pimienta antes de servir caliente con una rebanada de pan perfectamente tostada.
y siesta
3 – De esas que te quedas.